Martes, 26 Mayo 2020 13:59

La asociación internacional del sector de complementos alimenticios lanza una campaña sobre el efecto nocivo de la luz azul en la salud ocular

Nueva campaña de IADSA, la asociación internacional del sector de complementos alimenticios, sobre los efectos nocivos de la luz azul.

El uso de los dispositivos electrónicos ha aumentado la exposición a la luz azul en los últimos años, considerada muy dañina y que puede conllevar degeneraciones irreversibles en nuestra salud ocular. En el marco de esta campaña, la International Alliance of Dietary/Food Supplements Associations (IADSA), junto con el Consejo para la Nutrición Responsable de Estados Unidos (CRN), recomienda una ingesta diaria de luteína y zeaxantina, dos potentes antioxidantes que nos pueden ayudar a contrarrestar esta situación.

La campaña, desarrollada por IADSA, organismo internacional que aglutina a las principales asociaciones mundiales vinculadas con la industria de los complementos alimenticios, al que pertenece Afepadi, destaca los beneficios de los dispositivos electrónicos y la iluminación LED en nuestro día a día pero también el impacto perjudicial que ha supuesto en nuestra salud ocular. En línea con las conclusiones de varios estudios, la campaña resalta la importancia de tomar una dosis diaria de 10mg de luteína y 2mg de zeaxantina para ayudar a mantener la salud de nuestros ojos, ya que sus propiedades antioxidantes reducen el daño oxidativo provocado por la luz azul.

Teniendo en cuenta que estos niveles pueden ser difíciles de obtener a través de la dieta, los complementos alimenticios se presentan como una fuente alternativa, ya que la mayoría de luteína y zeaxantina que se usa en los complementos provienen del extracto natural de flores de caléndula, ricas en estos dos antioxidantes.

La luz azul es la parte de luz visible que el ojo humano es capaz de percibir. La encontramos en fuentes naturales, como el sol, y en fuentes artificiales como los teléfonos móviles, la iluminación LED, los televisores, o las pantallas de los ordenadores. Se trata de una luz más intensa en energía que otros tipos de luz y, por tanto, puede penetrar de manera más profunda en los ojos, lo que puede llegar a ser muy perjudicial. Puede provocar enrojecimiento, cansancio y sequedad ocular y disminución de la frecuencia del parpadeo, así como alteración de los ritmos circadianos, responsables del insomnio.

Generalmente los problemas relacionados con la salud ocular suelen aparecer a partir de los 50 años. No obstante, la sobreexposición de los ojos a la luz azul ha acelerado esta situación y ha aumentado el número de personas que a sus 40 años ya se ven afectadas por estos problemas. En este sentido, existe la preocupación de que la mayor exposición a los dispositivos inteligentes y a la iluminación de bajo consumo pueda ser la culpable. Y los datos pueden evidenciar esta afirmación. Ambas entidades matizan que pasamos un promedio de 3 horas y 15 minutos diarias mirando nuestros teléfonos, lo que supone casi 50 días al año. Asimismo, estos números también incluyen a la población más joven con teléfono móvil. Una investigación de Childwise, la entidad inglesa líder en investigaciones en niños y jóvenes, afirma que un 57% de los niños de entre 5 y 16 años siempre tiene el teléfono al lado de su cama y un 44% se siente ‘intranquilo’ si alguna vez no tiene señal de telefonía móvil. De las conclusiones también se desprende que el 42% de los niños afirman que no apagan nunca su teléfono móvil.

Cynthia Rouselot, directora de asuntos técnicos y regulatorios de IADSA explica que, “la exposición a la luz azul ha aumentado en todas las franjas de edad, y por ello, mantener una buena salud ocular ya no solo es una prioridad para la gente de mayor edad, sino para toda la población”.

Para conocer más acerca de la campaña sobre luz azul de IADSA, puedes visitar su página de Twitter y LinkedIn.

Visto 8019 veces Modificado por última vez en Martes, 26 Mayo 2020 14:40

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