Según el informe publicado por DBK, empresa de suministro de Información Comercial, Financiera, Sectorial y de Marketing en España y Portugal, la venta de productos dietéticos registró un crecimiento del 4% en 2020, lo que representa unos 1.040 millones de euros. Este crecimiento también se hace evidente en 2021, ya que los datos provisionales de cierre apuntan a un crecimiento del 4,3% -unos 1.085 millones de euros-. Tal y afirma el Observatorio, se trata de un sector con tendencia al alza desde hace años pero que se ha visto reforzado por la crisis sanitaria derivada de la pandemia y por el interés creciente de la población hacia productos con efectos beneficiosos para la salud.

Concretamente, el informe destaca el crecimiento de determinados segmentos, como los complementos alimenticios y los alimentos dietéticos y especialmente, de los productos destinados a fortalecer las defensas y a mejorar el sistema respiratorio. La venta de complementos alimenticios generó unos ingresos de 400 millones de euros, lo que supone un 38,5% del mercado total, seguido de los alimentos para tratar trastornos metabólicos y nutrición enteral, y los alimentos dietéticos.

El creciente consumo de este tipo de productos y el potencial aumento del negocio durante los últimos años ha provocado la entrada de nuevas compañías en el sector. Del mismo modo que esta realidad permite diversificar el mercado y disponer de una mayor oferta de productos, también es mayor el riesgo de desinformación. Ante este escenario, el asociacionismo sectorial es esencial a la hora de abordar problemáticas y encontrar soluciones efectivas que redunden, por un lado, en una seguridad jurídica por parte de los operadores; y por otra, en una seguridad y satisfacción del consumidor.

Los nuevos retos de la industria alimentaria requieren de un trabajo conjunto entre administración e industria. En este sentido Afepadi, como representante de la industria de complementos alimenticios, dietéticos y plantas, intenta aunar opiniones e iniciativas que permitan a las empresas desarrollarse en un sector competitivo, tanto a nivel nacional como europeo. Lo hace representando los intereses de sus asociados y defendiendo el sector, pero sin perder en ningún momento de vista la seguridad del consumidor.